martes, 13 de marzo de 2012

El Pais, ¿al servicio de quien está? Sectario como siempre, manipulador como nunca

Una vez más, el diario El País se muestra dócil y complaciente con la banda radical de la izquierda española. Defiende a ultranza la postura de su amo, Rubalcaba, y os que se empeñan en vender la burra de la tesis oficialista del 11-M. Y no se dan cuenta que cada vez que se mueven se van descolocando de la foto. Y los españoles cada día están más interesados en saber la verdad del terrible atentado terrorista que algo tuvo que ver con el resultado electoral que ha llevado a España a la ruina. Siete años del gobierno más calamitoso de la historia de España. Nadie con sentido común se cree la teoría de los moritos. NADIE. Pero lean lo que se indica en el texto que se acompaña. Luis del Pino deja muchísimas cosas claras. Lean.....

El País sigue faltando al respeto a sus propios lectores en su editorial de hoy, volviendo a tratarles como si fueran personas incapaces de pensar por sí mismas y a las que hay que adoctrinar para evitar que razonen.
Vuelve a repetir hoy ese periódico la cantinela de que los que denunciamos las pruebas falsas del 11-M estamos empeñados en que fue ETA la que llevó a cabo la masacre.
¿Pero no les da a ustedes vergüenza engañar a sus lectores así?
Quienes denunciamos que TODAS las pruebas utilizadas en el 11-M son completamente falsas somos personas y periodistas que no estamos dispuestos, simplemente, a que el mayor atentado terrorista de nuestra Historia quede sin castigo.
No sabemos si el atentado fue obra de Al Qaida, o de ETA, o de servicios secretos extranjeros o de cloacas nacionales. Lo que sí sabemos, porque lo hemos demostrado hasta la saciedad, es que lo que se nos ha contado del atentado es mentira de principio a fin:
- hemos demostrado que los escenarios del crimen se desguazaron con asombrosa rapidez
- hemos demostrado que eso permitió sustituir las pruebas originales del caso por pruebas colocadas, casi todas las cuales "aparecieron" en dependencias policiales
- hemos demostrado que esas pruebas colocadas no cuadran con los datos que tenemos de las explosiones de los trenes
- hemos demostrado que se hurtaron a la opinión pública los análisis originales de los focos de explosión y los listados de muestras recogidas en los trenes
- hemos demostrado que se han falsificado documentos, que se ha mentido ante la Comisión de Investigación del 11-M, que se han ocultado datos en el sumario, que se ha faltado a la verdad ante el tribunal encargado de juzgar la masacre...
- hemos demostrado que la versión oficial, además de estar basada en pruebas manipuladas, ni siquiera es coherente ni completa, porque solo identifica con nombre y apellidos a uno de los doce colocadores de bombas de los trenes
Eso es lo que sostenemos y lo que podemos demostrar.
Y ustedes, en lugar de responder a las denuncias de manipulación de pruebas con datos que avalen la validez de esas pruebas, se limitan a repetir una y otra vez la casposa consigna: "Es que quieren demostrar que ETA está detrás de los atentados".
Ante la imposibilidad de respondernos con datos y argumentos, se limitan ustedes a tratar de reforzar en sus lectores el reflejo pavloviano de la manipulación: "Si es usted de izquierdas, entonces tiene que creer como acto de fe que el 11-M fue obra de Al Qaida. Y si usted de derechas tiene que creer como acto de fe que el 11-M fue obra de ETA".
Pues miren ustedes, nosotros no estamos dispuestos a hacer ningún acto de fe. Ni para afirmar que fue ETA, ni para sostener que fue Al Qaida, ni para mantener que fue una operación de las cloacas del Estado: en una democracia, los actos de fe sobre materias penales no tienen cabida. Lo único que valen son las pruebas. Esas pruebas que los poderes públicos están obligados a proporcionarnos y que tan nerviosos les ponen a ustedes, por alguna ignorada razón.
Déjense de cantinelas y consignas, y empiecen a hablar el lenguaje de la lógica y de los argumentos. Llevan ustedes ocho años haciendo el ridículo y hasta la credulidad del más sectario lector tiene un límite.
Los peores enemigos de la versión oficial no somos nosotros, sino ustedes mismos. Con su actitud irracional, con su empeño en enmascarar la lógica mediante apelaciones emocionales y con su insistencia en manipular a sus propios lectores, han conseguido ustedes que la opinión pública perciba con claridad los dos bandos existentes: en un lado, los que tratamos de ceñirnos a los hechos, en la esperanza de que nos conduzcan a la hipótesis correcta sobre la autoría de la masacre, sea ésta la que sea; en el otro lado, los que exigen - como ustedes - un acto de fe de sus lectores y luego ocultan y deforman la realidad de los hechos para tratar de ajustarlos a su manipulada versión oficial.
A estas alturas, deberían ustedes ser conscientes ya de que tienen la batalla perdida. Porque la gente agradece, a la larga, que se le hable desde la razón y no desde la consigna.

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