sábado, 24 de diciembre de 2011

EL NUEVO GOBIERNO DE ESPAÑA

Ante las primeras valoraciones "positivas" del panorama del PP sobre la elección del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, poco a poco están surgiendo las primeras disensiones sobre la composición del mismo. En plata: Algunos ministros no despiertan ningún entusiasmo. Es más, se teme que no tarden demasiado en meter la pata y ser una carga para el Ejecutivo. Apenas llevan una semana, pero ya "han plantado oreja" alguno de los grandes pesos populares. Pero es que algunos nombramientos "canta" mucho". Otros han salido con la pierna cambiada, caso del nuevo ministro de Interior, sólo se le ocurrió que enaltecer la figura del nefasto Rubalcaba. Tremendo.

Sólo queda esperar esos primeros cien días, pero sí se debe decir que en Valencia hay cierto malestar con Rajoy, pero es habitual que esta Comunitat sea maltratada desde Madrid, sea el Gobierno que esté en Madrid. Algún día habrá que ser más exigente desde Valencia con la meseta.

Más allá de la obligada valoración positiva inicial -dentro de la línea formal y oficial habitual en estos casos- del presidente del PPCV, Alberto Fabra, no ha habido nada, nada que no sea silencio. Tanto mutismo que ha resultado revelador significativo. Ni Esteban González Pons, ni Federico Trillo ni otros nombres del PP valenciano que también sonaban como futuros ministros han formado parte de la terna elegida por Mariano Rajoy para lo que ya es su primer Gobierno. Y eso, por mucho que se trate de ocultar, no ha sentado bien en un partido de una Comunidad que ha aportado un importante número de votos para el triunfo final en las urnas de Rajoy. El silencio delatador ha terminado este viernes gracias a una dirigente que no se achica y que suele poner el punto sobre la i, Rita Barberá.


La alcaldesa de Valencia, que anteriormente ya se había quejado del "poco cariño" que a su juicio recibía el PPCV de la organización nacional de su partido, ahora ha reconocido que le hubiera "encantado" ver a vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, en el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, pero, en la línea de lo que ha publicado El Semanal Digital, ha asegurado que "si se confirma que se queda dentro del PP como coordinador general del partido, al PP valenciano nos vendrá de perlas". Es la forma pragmática que tiene la alcaldesa de Valencia de reconocer lo que es ahora una realidad, que no hay ministros valencianos, y volviendo a insistir en que le hubiera gustado tener a Pons como ministro ha sentenciado que "no está y la realidad es la que es y caben los que caben y son los que son".

En este punto, Rita Barberá se ha agarrado al clavo de José María García Margallo al afirmar que prácticamente todos los nuevos ministros "son amigos personales de muchos avatares y de mucho tiempo" para celebrar de manera especial el nombramiento de García Margallo como titular de un Ministerio de Asuntos Exteriores con un "matiz económico", una alegría que le viene por la vinculación del ministro con la Comunidad Valenciana. Y es que ha sido diputado por Valencia en diversas legislaturas y dice que García Margallo es un hombre "muy preparado, muy competente que conoce perfectamente el cómo se debe hacer de Europa, además de un experto en temas económicos". Así que ha querido destacar que siempre ha estado "absolutamente vinculado con la Comunidad porque es uno de nosotros independientemente de donde haya nacido". Margallo veranea en la localidad alicantina de Javea, donde tiene un apartamento.

Y volviendo a la "sorpresa" de González Pons, la alcaldesa de Valencia ha dado su particular opinión: "Esteban González Pons es joven y le auguro una vida política por delante enorme". Barberá ha revelado a los periodistas que ha hablado con él y que "volveremos a hablar y trabajaremos juntos para estudiar que tenemos que hacer".

martes, 20 de diciembre de 2011

Un desgraciado ejemplo para la sociedad de la tolerancia. Personas o animales

Niños, no gracias

Cuando todas las mañanas me asomo al balcón de la prensa, hay días que siento vértigo ante lo que veo. Días atrás fue uno de ellos. Leí la noticia y me froté los ojos porque no daba crédito a lo que leía.
«Reservado el derecho de admisión: a quien con su comportamiento incívico o violento, u otras causas similares, perjudique el desarrollo de la actividad o cause molestias a otros usuarios y también a los menores de edad, acudan solos o acompañados.»
Es un cartel de una cafetería de Bilbao que no nombraré para no dar publicidad a un lugar que, en mi opinión, no la merece. También me consta que existen otros establecimientos y hoteles que lo hacen. Y lo peor es que, según dicen, lo hacen de forma legal porque no discriminan por razón de raza, sexo o religión… tan sólo por ser niño. No me parece moral que equiparen a nuestros hijos, prohibiéndoles la entrada, como a los animales, al tabaco, a los alteradores incívicos y violentos, etcétera.
Un psiquiatra estadounidense, Karl A. Menninger, decía que «lo que se dé a los niños, los niños darán a la sociedad». ¿Es esta intolerancia lo que queremos que vean nuestros hijos? Efectivamente, a un niño hay que educarlo para evitar que incurra en acciones incívicas, y eso es tarea de los padres, por lo que es a ellos, llegado el caso, a quienes se les debe llamar la atención e invitar a abandonar el local. Lo que no se puede es presuponer que todos los niños carecen de buena educación y se les impida el paso como si de animales se tratase.
No sé si los dueños o los amantes de esos lugares donde, cito literalmente, «quieren tener un público diferente», tendrán hijos y no los llevarán consigo, o los dueños impedirán el acceso a sus propios retoños, pero estamos hablando de los depositarios de nuestras ilusiones y de nuestro futuro. ¿O no saben que nuestras pensiones las pagarán esos niños cuando sean hombres y mujeres? Y entonces podrán pensar que se las pagan a aquellos que les impedían acceder con sus padres a restaurantes y hoteles sólo por el hecho de ser niños. Quizás para entonces tampoco se deje entrar a los pensionistas porque consumen poco debido a su escaso poder adquisitivo o porque no se ajustan al perfil.
 Pero, claro, una cafetería, restaurante, o lo que sea de Bilbao, pues eso, así les salen los niños. No todos, pero sí algunos. Pero no vale la pena perder más tiempo con estos animales. Pero hay un agravante, el número de estreñidos mentales que permiten con su asistencia la supervivencia de estos antros de miserables.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Los terroristas más fuertes que nunca en España

Los terroristas están creciditos

El comportamiento de un mal Gobierno como el socialista de Rodriguez Zapatero ha permitido a los asesinos de ETA coger aire y ya esperan poder mandar en el Pais Vasco, Ya dieron un mal paso con Bildu, han seguido con Amaiur y, menos mal, las elecciones les han puesto en su sitio. Tanto Zapatero como Patxi Nadie no podrán seguir haciendo de las suyas. Una política manifiestamente pro terrorista. El papelón es ahora para el PP que tendrá que poner las cosas en su sitio, habrá de reconducir la situación. Los españoles estamos con el PP y deben actuar sin que les tiemble el pulso.

La indignación de las víctimas.

Víctimas del terrorismo se muestran «indignadas» porque ETA les quiera equiparar con pistoleros que murieron por enfermedad o por manipular bombas con las que pretendían provocar matanzas, como publicó ayer ABC. Y responsabilizan de esta «vergüenza» al Gobierno que con la legalización de Bildu y Amaiur les ha hado esperanzas de que algún día se reconocerá la existencia de un «conflicto» que arrojó «víctimas en ambos bandos».


En opinión del presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, «al nuevo Gobierno le tiene que quedar bien claro que nunca puede haber una equiparación de las víctimas con sus los verdugos. Unos pusieron la cabeza y los otros las bombas». Dicho esto, lanzó un aviso al próximo Gobierno del PP: «si existe impunidad por parte de los amigos de ETA y se mira hacia otro lado, algunos actuaremos con mucha más contundencia en defensa del Estado de Derecho, porque Dignidad y Justicia no es patrimonio ni de la izquierda ni de la derecha. Estamos con las víctimas».

«Les han dado alas»

Por su parte, el presidente de la Asociación de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, Francisco Zaragoza, aseguró que la «Eusko Memoria» ha elaborado su propio censo de «víctimas» con tamaña impunidad porque «el Gobierno socialista les ha dado alas al haber estado negociando con ETA, pese a que en su día lo negó». La elaboración de esta nómina de terroristas a quienes se quiere presentar como «víctimas del conflicto» es, a juicio de Zaragoza, «una actitud chulesca y provocadora», consecuencia de que «se les haya facilitado el acceso a las instituciones». En su opinión, Bildu y Amaiur «tienen poder para manipular, y también para presionar al nuevo Gobierno». «Los socialistas -añadió- ha dado a la "izquierda abertzale" un ámbito de impunidad. Ceder no es vencer, y lo que ha hecho el Ejecutivo de Zapatero ha sido ceder, ha pisoteado el Estado de Derecho».

«Nos ha producido una gran indignación que se equipare a las víctimas con sus verdugos», afirmó el presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz, quien responsabilizó en parte al lendakari Patxi López por apoyar iniciativas que van en esta dirección. «En este nuevo proceso hay una estrategia de equiparar a víctimas y verdugos para deslegitimar el discurso de las víctimas y la política antiterrorista. Esta estrategia tiene como objetivo, también, que la comunidad internacional visualice la existencia de un conflicto, con víctimas en ambos bandos. Así, pretenden que esa comunidad internacional presione al nuevo Gobierno del PP para que abra una negociación con ETA y reconozca a "todas las víctimas de ese conflicto. Nada más falso».

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, también responsabilizó a Zapatero y Patxi López de la «impunidad» con la que «los amigos de ETA han elaborado una hoja de ruta para enaltecer como víctimas a quienes no son sino unos asesinos». En su opinión, ello tiene su origen dos años atrás, cuando «comenzaron a tejer una tela de araña para ir dejando caer la mentira de que ha habido un conflicto entre dos bandos, cada uno con sus víctimas. Y desde el Gobierno vasco se les ha dado facilidades».

domingo, 4 de diciembre de 2011

DESPEDIDA A RODRIGUEZ ZAPATERO. SU EXISTENCIA HA SIDO UNA DESGRACIA NACIONAL PARA ESPAÑA

Hace bastante tiempo Péerez Reverte ya dedicó otro artículo a Zapatero en esta línea. Con motivo de su despedida no iba a estar fuera de su línea. Zapatero ha sido una desgracia para España, que va a sufrir las consecuencias en los próximos años. Y lo que es peor, él se irá a su retiro dorado con un sueldazo considerable. Es una injusticia. Algún día tomaremos nota de lo ocurrido en Islandia con su despilfarrador presidente de gobierno.

Carta de Pérez Reverte a Zapatero


Aunque no me gusta escribir de política, llevo un tiempo meditando el dedicarle un artículo a Zapatero como despedida y si Dios quiere como “hasta nunca”. En el proceso de reflexionar sobre ello y recabar información sobre diferentes puntos de vista, me he topado con una joya escrita por Perez Reverte en su columna “Con patente de Corso” que escribe para XL Semanal. Estoy tan de acuerdo con lo que escribe, que me he visto casi “obligado” a reproducirla aquí, y a la vez darle las gracias al magistral académico por plasmar con tanto acierto lo que yo, en mi humilde opinión, entiendo el sentir de muchísimos españoles.

“No quiero, señor presidente, que se quite de en medio sin dedicarle un recuerdo con marca de la casa. En esta España desmemoriada e infeliz estamos acostumbrados a que la gente se vaya de rositas después del estropicio. No es su caso, pues llevan tiempo diciéndole de todo menos guapo. Hasta sus más conspicuos sicarios a sueldo o por la cara, esos golfos oportunistas -gentuza vomitada por la política que ejerce ahora de tertuliana o periodista sin haberse duchado- que babeaban haciéndole succiones entusiastas, dicen si te he visto no me acuerdo mientras acuden, como suelen, en auxilio del vencedor, sea quien sea. Esto de hoy también toca esa tecla, aunque ningún lector habitual lo tomará por lanzada a moro muerto. Si me permite cierta chulería retrospectiva, señor presidente, lo mío es de mucho antes. Ya le llamé imbécil en esta misma página el 23 de diciembre de 2007, en un artículo que terminaba: «Más miedo me da un imbécil que un malvado». Pero tampoco hacía falta ser profeta, oiga. Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados. Precisamente por imbécil.

Agradezco muchos de sus esfuerzos. Casi todas las intenciones y algunos logros me hicieron creer que algo sacaríamos en limpio. Pienso en la ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil. Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios de los que dejan oír las protestas de la derecha radical. El problema es que buena parte del trabajo a realizar, que por lo delicado habría correspondido a personas de talla intelectual y solvencia política, lo puso usted, con la ligereza formal que caracterizó sus siete años de gobierno, en manos de una pandilla de irresponsables de ambos sexos: demagogos cantamañanas y frívolas tontas del culo que, como usted mismo, no leyeron un libro jamás. Eso, cuando no en sinvergüenzas que, pese a que su competencia los hacía conscientes de lo real y lo justo, secundaron, sumisos, auténticos disparates. Y así, rodeado de esa corte de esbirros, cobardes y analfabetos, vivió usted su Disneylandia durante dos legislaturas en las que corrompió muchas causas nobles, hizo imposibles otras, y con la soberbia del rey desnudo llegó a creer que la mayor parte de los españoles -y españolas, que añadirían sus Bibianas y sus Leires- somos tan gilipollas como usted. Lo que no le recrimino del todo; pues en las últimas elecciones, con toda España sabiendo lo que ocurría y lo que iba a ocurrir, usted fue reelegido presidente. Por la mitad, supongo, de cada diez de los que hoy hacen cola en las oficinas del paro.

Pero no sólo eso, señor presidente. El paso de imbécil a malvado lo dio usted en otros aspectos que en su partido conocen de sobra, aunque hasta hace poco silbaran mirando a otro lado. Sin el menor respeto por la verdad ni la lealtad, usted mintió y traicionó a todos. Empecinado en sus errores, terco en ignorar la realidad, trituró a los críticos y a los sensatos, destrozando un partido imprescindible para España. Y ahora, cuando se va usted a hacer puñetas, deja un Estado desmantelado, indigente, y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas. Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento, retirando las bolitas de naftalina, radiante, mientras se frota las manos.

Ojalá la peña se lo recuerde durante el resto de su vida, si tiene los santos huevos de entrar en un bar a tomar ese café que, estoy seguro, sigue sin tener ni puta idea de lo que vale. Usted, señor presidente, ha convertido la mentira en deber patriótico, comprado a los sindicatos, sobornado con claudicaciones infames al nacionalismo más desvergonzado, envilecido la Justicia, penalizado como delito el uso correcto de la lengua española, envenenado la convivencia al utilizar, a falta de ideología propia, viejos rencores históricos como factor de coherencia interna y propaganda pública. Ha sido un gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto; pues hasta en lo de irse o no irse mintió también, como en todo. Ha sido el payaso de Europa y la vergüenza del telediario, haciéndonos sonrojar cada vez que aparecía junto a Sarkozy, Merkel y hasta Berlusconi, que ya es el colmo. Con intérprete de por medio, naturalmente. Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años.”