sábado, 15 de junio de 2013



Todo es posible en esa mediocre Cataluña preñada de oportunistas y vocingleros baratos

Ser catalán es estupendo, pero trabajosísimo. Has de pasar el día sorteando obstáculos: los propios de la vida cotidiana y los que te ofrece el inquieto sino de la catalanidad. Qué somos, de dónde venimos, adónde vamos. El nacionalismo omnipresente ha ido diseñando día a día el perfil del catalán correcto, el decálogo ineludible de todo buen ciudadano, y ha establecido, asimismo, las penalidades que supone apartarse de la verdad establecida. Así, el buen catalán debe tener un criterio unitario acerca de cuestiones históricas de dudosa interpretación y debe aprenderse al dedillo el rosario de afrentas históricas que han condicionado su devenir. Educados convenientemente en las escuelas, las nuevas generaciones de catalanes no dudan de que 1714 fue un año de rebeliones sofocadas por el poder represor español y de que el resto de años hasta nuestros días no ha sido más que una permanente afrenta en la que la perversa centralidad peninsular ha ahogado y reprimido –mediante la fuerza y la sangre– la libertad de los ciudadanos del principado. Así todos los días. Qué cansancio.

Tras no pocas extravagancias políticas y sociales, tras no pocos millones de euros malgastados en chiquilladas, el inmaduro presidente de la Generalitat ha salido a los medios con el gesto contrito a manifestar una impotencia: lo de la consulta independentista no es tan urgente ni tan imprescindible. Después de consumir meses enteros de la vida política catalana hablando sólo y exclusivamente del derecho de los catalanes a transformarse en Pueblo Elegido, el inconsistente de Artur Mas ha reaparecido asegurándole a su electorado que lo principal no es votar sobre lo que no se puede ser, sino administrar de la mejor manera los bienes comunes al objeto de garantizar una vida mejor a los ciudadanos que viven bajo su amparo. Ya no es imprescindible votar a lo largo de esta legislatura. Ya no es taxativo lo que diga la mayoría, por exigua que sea. Ya no es prioritario conocer el estado de opinión de los seis o siete millones de criaturas que viven en Cataluña. Hasta los medios informativos catalanes, tan dados a la entrega ciega por la causa, se lo están pensando. Seguramente mienten todos, pero los mismos que han llenado páginas y páginas de periódicos y horas y horas de radio a pontificar sobre la tierra prometida, a asegurar que el paraíso estaba a la vuelta de la esquina, a denostar a aquellos que desconfiaban de tanta felicidad programada en virtud de la soberanía futura, están recogiendo las velas y dando a entender que la cosa no está tan clara, que no se puede establecer relación directa entre independencia y felicidad y que la libertad no suele coincidir con aquellos lugares donde se encuentran los patriotas exaltados. 

Mas ha aparecido vestido de esa impotencia que muestran los ilusos que se aperciben que el sol no es escalable. Lo único que ha conseguido es alimentar a sus temporales socios de ERC, esos primates ideológicos que se frotan las manos gracias a la habitual tontuna de la derecha catalana: las encuestas señalan –con toda la prevención que exige una encuesta hecha en Cataluña– que el «sorpaso» se produciría de mediar elecciones en este momento. Demasiado para las familias del poder, ese acopio de incompetentes que ha alimentado editoriales conjuntas de periódicos subvencionados y manifestaciones organizadas por ellos mismos que han acabado por condicionar al mismo poder y llevarlo a su rotundo fracaso. Todo es posible en esa mediocre Cataluña preñada de oportunistas y vocingleros baratos, repleta de publicistas de la ira y de corruptos gestores del despilfarro.

Todo el esfuerzo de estos meses baldíos se queda en poco. En un «ya veremos». En un «vamos a ocuparnos de seguir comiendo». Todos aquellos a los que han linchado por mantener lo absurdo del devenir de tanta monserga deben estar perplejos. Ni siquiera ellos podían haber calculado tan repentino encogimiento.

miércoles, 5 de junio de 2013


ENGUERA SIGUE EN PRIMERA LÍNEA POR SU SIERRA

Santiago Arévalo sigue trabajando a fondo por su sierra, la de Enguera, considerada el pulmón verde de Valencia. Son muchos los frentes en los que está presente: proyectos europeos, biomasa y ahora el que se ha presentado recientemente. Otro éxito más del primer edil de la capital de la Canal de Navarrés.




  
El sector forestal valenciano se agrupa en la Plataforma Forestal Valenciana


·        Santiago Arévalo, alcalde de Enguera y presidente de la Asociación de Municipios Forestales Valencianos: “Es un gran paso reunir a todos los sectores que constituyen el espacio forestal valenciano”


Dieciocho asociaciones, entidades y organismos han constituido hoy, en Enguera, la Plataforma Forestal Valenciana (PFV) con el objetivo de conservar y mejorar los espacios forestales, armonizando conservación y gestión forestal. La agrupación de todas las entidades reunidas en la población de la Canal de Navarrés  va a permitir la vertebración de un sector tradicionalmente disperso.

El acto de constitución de la PFV contó con la asistencia de representantes de distintas organizaciones firmantes, que finalizaron el acto de formalización y presentación del organismo recién creado, con la rúbrica de sus estatutos.

José Vicente Oliver, presidente constituyente de la Plataforma Forestal Valenciana, en el acto de constitución, ha indicado que “tenemos ante nosotros un reto muy ambicioso, un contrato con las generaciones futuras para mantener y conservar un legado medioambiental muy rico y diverso, pero también para desarrollar un sector que aproveche las oportunidades que se le brindan para generar empleo y riqueza y que pueda ser una piedra angular en la vertebración de nuestro territorio”.
Para el presidente de la plataforma y profesor de la Universidad de Valencia “el reto es, sobre todo, la conservación del bosque que no es viable sin gestión forestal”.

El alcalde de Enguera y presidente de la Asociación de Municipios Forestales Valencianos, Santiago Arévalo, destacó el gran paso que se daba en Enguera al “reunir a todos los sectores que constituyen el espacio forestal valenciano”.

Al acto también asistieron Alfredo González, director general del Medio Natural, Juan Zaragoza, secretario de Medio Ambiente del PSOE y Salvador Enguix, diputado de Medio Ambiente de la Diputación de Valencia. Mientras que el diputado socialista se congratuló de la presencia de cuatro de las grandes universidades valencianas como integrantes de la plataforma, el director general del Medio Natural aseguró que a su llegada a la Diputación Provincial “una de mis prioridades ha sido darle prioridad al sector forestal”.

Primeros trabajos

Las asociaciones que han firmado el acta de constitución de la plataforma han realizado un primer diagnóstico de la situación de los montes valencianos, que establece que actualmente el sector sólo contribuye a menos de un 1% del PIB de la Comunitat Valenciana, ocupando más de la mitad de su territorio.

A través de esta iniciativa, la plataforma pretende promover el reconocimiento auténtico y veraz del propietario forestal como estrategia para favorecer el desarrollo sostenible de nuestro sector, la generación de valor medioambiental y socioeconómico y para contribuir a mejorar las condiciones de vida en los pueblos del interior de la Comunitat.

Integrantes de la PFV

La Plataforma Forestal Valenciana la componen la  Asociación de Municipios Forestales de la Comunitat Valenciana (AMUFOR), la Asociación de Propietarios Forestales de la Comunidad Valenciana (AFOVAL), la Asociación de Propietarios Forestales de Valencia y la Montaña de Alicante (AFOCA), la Asociació de Propietaris Forestals de la Tinença de Benifassá, Asociación Valenciana de Empresas Forestales (AFEVOR), la Federación Empresarial de la Madera y Mueble de la Comunidad Valenciana (AFEVAMA), la Cámara de Comercio de Valencia, el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales en la Comunitat Valenciana, Asociación Profesional Forestal de la Comunitat Valenciana (PROFOR) y las universidades: Politécnica de Valencia, de Valencia, Miguel Hernández de Elx y la Jaime I de Castellón. También formarán parte de la entidad la Unio de Llauradors y ramaders, la Asociación Valenciana de Agricultores y la Asociación Provincial de Empresarios aserradores y Fabricante de Envases de Madera de Castellón así como la ONG Bosc Viu de Valencia.